Lo que acontece en Guatemala no es menor, y debe suscitar la alarma para nosotres les activistas latines. Si bien nuestra región ha experimentado avances los últimos años en materia de derechos para las poblaciones LGBTI+, también es cierto que existe una reacción conservadora que no cede, con un fuerte accionar especialmente en América Central y el Caribe. 

Guatemala es un grave caso en donde el mismo Estado legisla en contra de los derechos humanos, en contravención de tratados internacionales firmados y ratificados en la materia y de fallos como el de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 

Lejos de proteger la vida y la familia, la nueva ley supone en realidad una seria amenaza contra la vida de las personas y de las familias

Una vez que la violencia patriarcal y el odio se institucionalizan, nuestras vidas corren más peligro que nunca. La promoción de discurso de odio desde posiciones de autoridad redunda en el incremento de crímenes en contra de nuestra población.

De igual manera, nuestra población queda aún más vulnerabilizada debido al empeoramiento de nuestras condiciones de vida, de acceso a otros derechos elementales como la atención a la salud, trabajo, vivienda, produciéndose así muertes y suicidios tras el aumento de discriminación y odio. 

La ausencia de políticas enfocadas en nuestras poblaciones clave —mujeres trans y hombres gay y bisexuales—, y el aumento del odio, son graves obstáculos para terminar con la pandemia de VIH.

En Guatemala, y en otros países latinoamericanos y caribeños, la asunción de gobiernos fundamentalistas, antiderechos y oscurantistas representa una catástrofe humanitaria que además fortalece la posición de los movimientos reaccionarios en el resto de la región, amenazando los avances logrados en los últimos años en diferentes países de América Latina y el Caribe. Nuestros derechos hay que defenderlos cotidianamente, ya que siempre es posible el retroceso, como ocurre en Brasil. 


Ante esta grave violación a los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Estado guatemalteco, es urgente que organismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ; ACNUDH tomen acción.de manera urgente para preservar las vidas en riesgo a raíz de esta legislación contraria a los derechos humanos. 

Les activistas latines LGBTI+ no podemos limitarnos a observar con atención lo que ocurre en Guatemala. Es importante que aunemos esfuerzos, promovamos espacios de reflexión y de elaboración de estrategias conjuntas; son nuestros derechos humanos elementales los que están en juego. Protejamos nuestras vidas y nuestras familias.